Los evangelios en paralelos

Las glorias del Señor Jesús en su genealogía


Mateo 1:1-17, Lucas 3:23-38


Si comenzamos desde la perspectiva del orden secuencial de los Evangelios, primero tenemos el Evangelio de Mateo y claro este es el brazo de unión entre el A.T. con el N.T., ya que este Evangelio introduce un nuevo acto de gracia soberana de Dios, como muestra el hecho de enviar al Mesías en medio del estado moral decadente de Su pueblo en la tierra, y desde ahí se da su comienzo, así tenemos la genealogía de Cristo en primer lugar para mostrar su real derecho al trono de David y claro que el Espíritu Santo quiere mostrar tal orden divino desde el primer tema, ya el paralelismo es introducido un paralelo, del cual la genealogía es su primer efecto, bien examinemos esta cuestión a la luz que Dios nos ha entregado en estos cuatro Libros.

Nosotros tenemos la genealogía como primer tema del Evangelio de Mateo y con la singularidad que en el comienzo de este, vemos las raíces de Cristo que están invertidas, dando a David su lugar primordial antes que Abraham (que por orden cronológico el Señor es primero el hijo de Abraham antes de David), ya que en su sentido más directo en el cual este Evangelio nos presenta a Cristo como el Mesías el hijo de David y después el hijo de Abraham claramente está de acuerdo al sentido del libro, Dios hablándole a David dijo: (2 Sam.7:12-13) “Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino.” He aquí en este Evangelio el cumplimiento pleno de la profecía en Cristo, Él es el heredero según la sangre real y este Evangelio muestra como evidencia Su descendiente en sus dos familias como el linaje del cetro de Israel, en el Señor tenemos el vaso de las promesas hechas a David que su reino durará para siempre.

Luego si nos vamos al Evangelio de Marcos, de acuerdo al orden divino no existe alguna genealogía en este Evangelio, vemos la concordancia de acuerdo con que Marcos muestra a Cristo como el Siervo obediente a la voluntad de Dios, esto despierta la pregunta ¿a quién le puede interesar la genealogía de un siervo? Pues a nadie, Él está aquí para cumplir Su servicio y nada más que en obediencia absoluta, esta es Su carrera sobre la tierra, siempre en servicio a los demás, en esta misma línea el apóstol escribió: (Fil. 2:5-8) "Haya, pues en, vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios no estimó el ser igual a Dios como a cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y  muerte de cruz", la ausencia de la genealogía aquí en Marcos, es evidencia de Su más bella entrega en amor a los demás y a Dios.

Siguiendo los Evangelios está Lucas, este si nos narra la genealogía de Cristo, pero con características únicas que ahora veremos, el sentido es contrario al de Mateo, ya que nos traslada desde Su nacimiento hacia atrás, todo está relacionado con el objeto de este Evangelio, el cual presenta a Cristo como el Hijo del hombre en perfección moral, caminando en rectitud delante de Dios y de los hombres, por lo tanto, Su genealogía nos lleva hasta Adán y luego a Dios y claro Él es el postrer Adán, puesto que él primero había caído en el huerto, pero el segundo Hombre rectifico lo caído y reivindicó a Dios en el estado moral del cual Él había creado al hombre, el pecado no podía sofocar la luz resplandeciente de su Ser, estando aún en la tierra, el apóstol refiriéndose al postrer Adán dice: (Rom.5:18) “Así que por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de la vida”, el Señor es el postrer Adán (en cuanto a lo que la tierra se refiere, porque Él es antes que Adán, Él es el eterno Hijo de Dios en la tierra) así que ahora vemos al segundo Hombre según los consejos de Dios.

El próximo Evangelio en contemplar es Juan y este no nos introduce ninguna genealogía, en tanto que en su comienzo más bien nos lleva a la eternidad pasada en donde la Trinidad coexistía en las regiones celestes, donde nadie podría jamás representar, por este mismo modo el apóstol Juan nos dice en el comienzo de su Evangelio “En el principio era el verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (v.1) esto está en armonía con el hecho de que Juan nos habla del Señor Jesús, como el Hijo de Dios en la tierra, este nos lleva a la eternidad misma, allí donde la Deidad estaba antes de la existencia de todas las cosas, la Escritura no nos dice que en el principio estaba el verbo, esto demanda una existencia en la misma naturaleza de la Deidad, por lo cual es la naturaleza divina de Cristo donde siempre estuvo, está y estará asociado a todo lo que Dios es en la plenitud de su Ser, "en el principio era el Verbo".


Autor: Editor.




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