El nacimiento del Señor Jesús
Mateo 2:1-12 Marcos 1:1-11 Lucas 2:1-20 Juan 1:1-14
Ante nosotros ahora encontramos el nacimiento del Señor Jesús en este mundo, grandes rasgos de los Evangelios se desprenden de este acontecimiento en las páginas de las Sagradas Escrituras, que nos habla de la natividad de él Salvador en este mundo, con la única finalidad de mostrar las inconmensurables glorias de Cristo en sus variadas formas, según nos presentan cada relato de estos Libros, el Evangelio de Mateo ya finalizado con las distintas generaciones del Señor según la raíz de cada casa, nos lleva enseguida a los sucesos y las señales que acompañan al nacimiento de Cristo y claro esto está según el carácter de su relato, ya que el Mesías debe nacer de mujer y judío según la carne antes de cualquier suceso posterior tenga lugar, Él está íntimamente ligado al pueblo de Su sangre y, por lo tanto, a la tierra misma, este Evangelio junto con Lucas son los dos que nos narran este episodio del nacimiento de Cristo, pero con distinciones que ahora veremos, al contrario de Lucas, Mateo omite todo lugar de humildad de Cristo, pues no es digno de un rey nacer en medio de un pesebre, el Señor está en una casa y los representantes del mundo gentil le rinden culto a sus pies, entregando tesoros dignos de un Soberano, este Evangelio de inmediato enlaza al Señor con las profecías del A.T. y no de cualquier sitio todo debe tener el fundamento de los Oráculos Divinos, el lugar donde ocurrirá el nacimiento del Mesías debía ser es en Belén (lugar donde era originario el rey David), pero podemos observar un punto clave según el relato del Evangelio y es a los judíos mostrando el rechazo de su Mesías, ya que estos se turban ante el nacimiento del Señor esto deja la luz del estado del pueblo de Dios en la tierra y aun su vano gobernante (Gentil) da testimonio de Su advenimiento como el Rey de los Judíos, Mateo despliega todo el fundamento de la heredad de Cristo sobre los judíos, siendo las profecías la autoridad del trono de David el lugar del Señor en Israel.
En cambio, el Evangelio de Marcos, no nos habla de estos acontecimientos y aún más omite todo relato del nacimiento del Señor Jesús, puesto que el Espíritu guio a este apóstol, que en el principio del Evangelio nos llevara al Señor conectado inmediatamente con Su servicio y aún más Él no tiene preeminencia aquí, es más bien Juan el Bautista y el Señor siendo bautizado por él, para seguir Su servicio en perfección a Dios, es desde sus primeras palabras que el sentido de este Evangelio nos habla del siervo obediente en total sumisión a la voluntad del Padre en los cielos.
Ahora vemos el evangelio de Lucas, que presenta el nacimiento del Señor en primer lugar, pero como en los demás Evangelios sus primeras palabras ya desprenden cuál es el centro de su mensaje, el escritor nos dice que “desde su origen, escribiéndola por orden” esto obedece a que este Evangelio nos habla de Cristo como el hombre en perfección, Su gloria moral es la que está presente en cada acontecimiento, de este modo antes de narrarnos el nacimiento de Cristo, son mencionados los padres de Juan el Bautista y ellos son reconocidos por el Espíritu como “justos delante de Dios” el Señor es conectado a Su parentela en total rectitud, Su humanidad brilla como la luz más pura en cada página de este Evangelio, aquí en este Relato divino no tenemos a los visitantes extranjeros con ofrendas dignas de un rey, no, son humildes pastores que visitan al niño en un carácter de humildad posado en un pesebre, y aunque la tierra está sumida en las tinieblas, son los cielos que se levantan a adoración por medio de los seres celestes, ya que era el Hijo de Dios en medio de los hombres.
Al adentrarnos en el Evangelio según Juan, este tiene características únicas en la Revelación divina de estos libros, como su tema central es el Señor Jesús como el Hijo de Dios en la tierra, este nos transporta a la naturaleza divina del Señor que siendo hombre es igualmente Dios, al contrario de los otros tres Evangelio, que nos narran al Señor en sus perfecciones, cuando entra en las relaciones con los hombres, en cambio, este Evangelio tiene otro centro de comunicación y es que él nos lleva a Dios manifestado en un cuerpo a toda creación, es por esta razón que el Evangelio nos habla primero del Señor como (el Verbo) en la eternidad, para luego relatarnos a Cristo como la luz del mundo y más delante de Su encarnación en la tierra, así revelarnos completamente a Dios a todos los hombres, Él (Cristo) es la revelación plena de la esencia de Dios (Juan.1:18) “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer”, nosotros contemplamos al Verbo, la Luz del mundo y la manifestación del Hijo de Dios en un mismo objeto (Cristo) es así que tenemos el cuadro completo de lo que Dios es, para presentar su Ser en la faz de Cristo planamente en la tierra, según nos lleva este Evangelio en sus páginas.
Autor: Editor